Cuando vemos las necesidades de las personas que nos rodean, nuestro corazón se llena de compasión, es correcto tener un corazón que continuamente da a los demás y Dios se complace. Sin embargo, CDMC te enseña que dar y ayudar son dos cosas totalmente diferentes, porque cuando das es porque tienes algo para dar y cuando ayudas es porque viene de tu corazón.